Calaca, huesuda, dientona, flaca, pelona, catrina…son algunos nombres que le damos en México a la muerte.

En estas fechas, los mexicanos celebramos a nuestros muertos, acudiendo a los panteones para adornarlos con flores. Y en nuestros hogares, colocamos altares y ofrendas para recordarlos.

Estas son las estadísticas a propósito del día de muertos.

Actualmente, se estima que la esperanza de vida de los mexicanos rebasa los 75 años (75.1) de edad y las principales causas de muerte (cifras 2014) se dan por enfermedades crónicas degenerativas como la diabetes mellitus, enfermedades isquémicas del corazón, las del hígado, y cerebrovasculares, que en conjunto ocasionan casi el 40 por ciento (38.4%) del total de las muertes.

En 2014 se registraron más de 633 mil defunciones, de las cuales, más de la mitad (63.8%) ocurrieron en la población de 60 años y más de edad. 2 de cada 10 (24.5%) en personas de 30 a 59 años, mientras que la población infantil (0 a 14 años) y joven (15 a 29 años), representa en promedio más del 5 por ciento (5.6%) de los decesos totales.

Por género, fallecieron casi 132 (131.2) hombres por cada 100 mujeres (datos al 2014). En cuanto a los fallecimientos en niños menores de 1 año, la mayor parte ocurrió durante sus primeros 28 días de vida.

El Día de Muertos, es una celebración mexicana de origen prehispánico, en la que cada 2 de noviembre se honra a los difuntos. La UNESCO declaró (año 2003) ésta festividad, como “Obra maestra del patrimonio cultural de la humanidad”.